22.5.11

Sonreiré.

-No estás sola, nunca lo estarás.
Me dijo mientras preparaba el chocolate, lo calentaba suave en un fogón y lo agitaba con una cuchara de madera, sacó dos tazas, apagó el fuego y vertió el chocolate en ellas, las puso encima de la mesa y se sentó a mi lado.
Yo seguía mirando al suelo sin articular palabra alguna a veces unas lágrimas de rabia resbalaban por mis mejillas.
-No llores -Continuó sonriendo- La vida da muchas vueltas, ahora eres pequeña, y las cosas están muy difíciles, en vez de encender el televisor y echar a perder su vida se centran en desmoralizar a los demás, nadie merece que derrames lágrimas, eso es lo que buscan, no les des la satisfacción de ganar, mira hacia delante, será cuestión de un par de años o poco mas que seas tu la que les mires desde arriba y sonrías y les enseñes lo feliz que eres.
Dio un sorbo al chocolate y yo hice lo mismo. Levanté la cara mirándole a la cara, sus profundos ojos me miraban, su cara tenía arrugas, se notaba que ya sobrepasaba los 60 años, tenía experiencia y hablaba desde ella, había vivido mucho en su vida, sus palabras me hicieron sonreír. Di otro trago al chocolate, este fue largo y con decisión. Me levanté y le abracé alguna lágrima rondaba aún mis mejillas conseguí articular un cortado "Gracias".
Tenías razón, ahora sonrío, ahora les miro y les doy las gracias por hacerme fuerte y te doy las gracias a ti por seguir adelante, ahora que me faltas tu es cuando mas tengo que hacerte mayor caso, te echaré de menos sí... Jamás te olvidaré.

SONREIRÉ Y MIRARÉ HACIA DELANTE.

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